Tener lista la tetera, que será donde se prepare el té, así como las tazas, platos y cucharas que vayamos a utilizar para servir la bebida. Un detalle, en la bandeja donde pongamos el té, para servirlo, colocar los diferentes complementos que se vayan a utilizar con el té. Azúcar, sacarina, canela y limón, entre otros.

La temperatura del agua es fundamental para preparar una buena taza de té. Por lo general no se utiliza agua hervida. Lo ideal es que la temperatura se adecúe en función de la variedad de té que vayamos a preparar, entre 60 y 95 ºC.

Antes de verter todo el agua caliente en la tetera, es conveniente calentarla. Para ello, echaremos un chorro de la misma dentro, agitaremos la tetera y desecharemos ese agua.

No olvidar que el té es casi 99% agua, de ahí la importancia de la misma. Si tenemos un buen té, pero utilizamos agua de baja calidad, no conseguiremos alcanzar el nivel que buscamos.

Colocar dentro de la tetera, una cuchara de té por cada taza que vayamos a preparar.

Verter el agua caliente dentro de la tetera.

Dejar reposar el agua en función del tiempo que se estime necesario para cada variedad.

Tras el reposo, servir el té y endulzar al gusto.

Disfrutar de nuestra taza de té con la mejor de las compañías y en un entorno agradable.

Para terminar, varios consejos para mantener nuestra tetera en la mejor de las condiciones posibles. Por un lado, evitar utilizarla para preparar otro tipo de bebidas. Y por otro, no utilizar jabones agresivos o muy perfumados para lavarla. Ahora sí, ¿listo para una experiencia tetera de alto vuelo?