¿Qué es?
El té es la infusión de las yemas, hojas jóvenes y tallos jóvenes de la especie botánica Camellia sinensis (L.) Kuntze en sus distintos grados y tipos de fermentación, en buen estado de conservación, convenientemente preparadas para el consumo humano, y poseyendo el aroma y gusto característicos de su variedad y zona de producción. Aunque actualmente se cultiva en más de 40 países de todo el mundo, este arbusto siempre ha crecido de manera silvestre en Extremo Oriente. El arbusto cuenta con muchas ramificaciones que pueden llegar a medir entre 1 y 2 metros. Aunque no es lo normal, en estado silvestre, este arbusto puede llegar a alcanzar incluso 12 metros de altura. Sus hojas son siempre verdes y suelen medir unos 4 cm de ancho y entre 3 y 10 cm de largo. Sus flores, blancas y aromáticas, se suelen encontrar en grupos de 2 ó 3, o incluso solas.
¿Sabes de dónde es originario el nombre botánico Camellia sinensis (L.) Kuntze? Esta planta debe su primer nombre al botánico y misionero jesuita Jiří Josef Camel, también conocido como Camellus, que fue quien transporto plantas de camelias desde Filipinas a Europa ya en el siglo XVII. En su honor y como reconocimiento, el científico y naturista Carlos Linneo fue quien le dio el nombre «Camellia» a este género. «Sinensis», que define la especie por su parte, es un epíteto latino geográfico que alude a su localización en China.
El té (verde, negro, blanco, Pu-erh o rojo, amarillo, oolong, etc) se elabora a partir de la camellia sinensis. En función de su grado de oxidación, se obtienen diferentes tipos de té (más información en el epígrafe, «Variedades del té«).
Etimología.
La palabra té tiene pronunciaciones diferentes en distintas lenguas chinas. En la mayoría de ellas, la pronunciación se parece a «cha», que en mandarín se dice chá. Sin embargo, en chino min, que es el que se habla en la costa central de China y en el sureste asiático, la pronunciación es «te». Estas dos pronunciaciones en chino, son la base de la pronunciación de «té» en el resto de idiomas. Por ejemplo, en danés (te), alemán (tee), inglés (tea), francés (thé), islandés (te) o español (té), entre otros, la base corresponde a la segunda pronunciación. Mientras que en japonés, coreano, portugués, tailandés o kurdo, la pronunciación es en practicamente todas ellas, «cha» o una derivación fonética muy parecida.
Historia del té.
Para conocer el origen del té, debemos remontarnos al año 2.737 a. C. Según cuenta la leyenda china, fue el emperador Shen Nung quien descubrió esta infusión por casualidad. Éste había ordenado que todo agua que se fuera a consumir, fuera primero hervida. Un día, mientras descansaba bajo la sombra de un árbol de té silvestre, un ráfaga de aire hizo que unas hojas del árbol cayeran dentro del agua hirviendo. Atraído por su olor, el emperador probó la bebida y quedó prendado por su refrescante sabor.
La cultura hindú por su parte, atribuyó el descubrimiento del té al monje Bodhidharma -fundador de la forma de budismo Zen-, quien lo usaba como tónico medicinal y reconfortante durante sus viajes. Hoy en día, India es el segundo mayor productor de té a nivel mundial, a la vez que los tés de las regiones indias de Darjeeling y Assam son reconocidos como los más finos del mundo.
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